El avance de las nuevas tecnologías y la presión publicitaria hace que muchos padres se planteen cuestiones como esta.
La respuesta, como siempre, no puede ser universal y válida en todos los casos, pero expertos psicólogos pueden ofrecernos buenos consejos:
- Durante los primeros años es preferible que el menor disponga de un terminal de prepago
- Controlar en que se gasta la paga el menor y no regarle un móvil hasta los 16 años son algunas de las pautas que los psicólogos recomiendan.
- Conviene que las llamadas se financien con el dinero de la paga, que no debe aumentar, independientemente del consumo que nuestro hijo o hija realice.
- Es importante facilitarles móviles que en todo momento permitan ver la duración de la llamada.
- Seguir una serie de pautas racionales: si los menores viven en el mismo portal o en el de al lado, ¿no es mejor quedar para hablar personalmente?
- Tratar de que no abusen del envío de SMS, sobre todo cuando apenas han pasado 10 minutos de estar con sus amigos.
- Como el teléfono móvil es suyo, es importante que asuman su responsabilidad y las consecuencias de un uso abusivo. Todas sus llamadas deben realizarlas desde su terminal y no desde el teléfono fijo de casa, tampoco cuando se les acabe el saldo.
- Se recomienda enseñarles a no utilizar el móvil cuando estén realizando otras actividades como asistir a clases particulares, cuando practican deporte, etc. y también a
utilizar la opción del silenciador en todos los lugares públicos.
Tengamos en cuentas también los siguientes datos:
Un 7% de los adolescentes gasta más de 40 euros mensuales en móvil.
El 11% engaña o miente a sus padres respecto al uso del móvil.
De los menores con móvil, el 24% llama a diario y el 50% de envían SMS a diario.
El 14% también ha chateado con él, incluso con desconocidos (7%)
Si te interesa el tema, puedes leer más información en este reportaje de Cosumer.
Creo que es muy importante controlar la edad en la que un niño debe tener móvil. Os cuento mi caso: tengo una hija de 14 años y otra de 9. La de 14 veía como sus compañeros de clase tenían móvil a los 9 – 10 años, y ella , logicamente lo pedía también. No fué fácil convencerla, pero con frases como “cuando lo necesites, desde luego que tendrás uno, o “aún no es necesario para tí” y mucha comprensión, ya que es normal que lo pidan, conseguimos que se olvidara de “telefonito”. También es importarte que los padres, no nos pasemos el día con el móvil pegado a la oreja o hagamos llamadas solo para decir “ya estoy llegando” “salgo para allá” etc. La coherencia es muy importante.
Finalmente, cuando cumplió los trece años, se fué a un campamento musical en verano y fué para ese acontecimiento (no cumpleaños) para lo que le regalamos el móvil.
Quería hacer otra apreciación: todos mis compañeros me decían que le comprara uno de tarjeta y que ella se la recargase. Pues yo lo que he hecho ha sido poner su número en mi contrato. De esta forma, además de hacerla ver que creo en su sentido de la responsabilidad, evito que tenga ella que estar cargándolo (la he dicho que puede disponer de 10 Euros al mes) y si se pasa, lo analizamos y el resto me lo “debe” ella.
Conozco algún caso de chicos que “sisan” dinero a los padres para cargar el móvil.
Lo importante es hablarles claro y edacurles con sentido de la responsabilidad y la coherencia.